21 Años y una Nueva Etapa: Redescubriendo Nuestro Matrimonio Bicultural
Tras más de dos décadas juntos, muchas parejas se resignan silenciosamente a la desconexión, asumiendo que la pasión, la claridad o la alegría que una vez sintieron se han ido para siempre. Pero como descubrieron Frederick y Gloria Hansen, de Copenhague, la distancia emocional no siempre significa que el amor se haya perdido. A veces, simplemente significa que ha faltado la comprensión.
Llevaban 21 años casados. Una pareja bicultural comprometida, compartían una profunda historia, pero también, como muchas parejas de larga duración, una creciente acumulación de frustraciones no expresadas, conflictos sin resolver y desajustes culturales que poco a poco habían ido construyendo muros entre ellos.
El peso oculto de los desafíos no resueltos
A lo largo de los años, Frederick y Gloria se enfrentaron a lo que muchas parejas enfrentan en relaciones interculturales:
- Diferentes estilos de comunicación
- Dinámicas familiares contradictorias
- Expectativas desalineadas basadas en normas culturales
- Una tendencia a «dejar pasar las cosas» hasta que silenciosamente comenzaban a acumularse
A pesar que se trataba de problemas graves, ellos pensaron que si los ignoraban se resolverían automáticamente. Al contrario, sus asuntos sin resolver sutilmente fueron socavando su conexión emocional. En sus propias palabras, los desafíos se habían «acumulado durante varios años» y se volvían más difíciles de ignorar.
Un enfoque sistemático para la limpieza emocional
Recurrieron al coaching antes de optar por el divorcio, y darse la oportunidad de comprenderse mejor y reavivar su conexión. A través de mi metodología Amor Entre Dos Culturas®, trabajamos sistemáticamente: desentrañámos patrones arraigados, exploramos el papel de la cultura en su comunicación y abordamos obstáculos emocionales que nunca se habían examinado a fondo.
Como reflexionaron Frederick y Gloria:
“Gracias a las enseñanzas de Teresa Ruiz Pedersen, nos dimos cuenta de que era posible hablar de cosas que no habíamos analizado lo suficiente y dejarlas atrás para comenzar una nueva etapa en nuestro matrimonio, donde apreciamos mejor las cualidades del otro”.
El proceso no se trató de culpar ni de hurgar en el pasado innecesariamente. Se trató de comprender mejor y crear un espacio para que cada miembro de la pareja se sintiera escuchado, comprendido y valorado de nuevo.
Viendo con nuevos ojos
Lo que cambió no fue solo la forma en que se comunicaban, sino la forma en que se veían. El coaching les ayudó a redescubrir las fortalezas, intenciones y vulnerabilidades de cada uno. Comenzaron a mirar a través de una lente tanto cultural como emocional, lo que les brindó claridad y suavizó sus juicios sobre el comportamiento del otro.
Esta perspectiva más profunda se convirtió en un punto de inflexión. La seguridad emocional regresó y, a partir de ahí, el aprecio comenzó a crecer de nuevo. “Recomiendo ampliamente a Teresa por sus interesantes enfoques y por ayudarnos a ver nuestra relación desde una perspectiva tanto cultural como psicológica. No es falta de amor, sino falta de comprensión.”
La historia de Frederick y Gloria nos recuerda que el amor no siempre se desvanece, sino que queda sepultado bajo años de falta de comunicación y malentendidos.
A menudo, no es falta de amor, sino falta de comprensión.
Sus palabras llegan a innumerables parejas, especialmente a aquellas en matrimonios biculturales que luchan en silencio con diferencias que nunca se abordan por completo.
Una nueva etapa es posible. Después de 21 años, Frederick y Gloria no terminaron su matrimonio, sino que lo renovaron. Entraron en una nueva etapa donde el aprecio, la comunicación y el propósito compartido son más fuertes que nunca.
Y tú también puedes.
🌍 ¿Estás en un matrimonio bicultural enfrentando tensión silenciosa o distanciamiento emocional?
No tienes que esperar a que una crisis empiece a hablar no calles. El programa de coaching Amor Entre Dos Culturas® está diseñado para ayudar a las parejas a redescubrir la conexión, desarrollar empatía y comprenderse mutuamente mediante un enfoque culturalmente sensible y centrado en el corazón.