Son alrededor de las 10 de la mañana. Ella está entrando al juzgado, y aunque el día es hermoso y soleado, no lo es para ella. De repente, un policía amable la interrumpe diciendo:
—Lo siento, señora, no puede entrar con ningún líquido.
—Es agua —responde ella, mirando a los ojos azules del oficial, sorprendida de que alguien pudiera sacarla de sus pensamientos.
—¿Agua? ¡Entonces bébala! —dice la oficial. Y así lo hace.
Mientras se abeja pensando: ¿Es posible beber algo y simplemente morir, solo para escapar de una situación que me obliga a tener una audiencia con mi esposo para divorciarme como si fuéramos personas “normales”? Mientras camina hacia su abogada de pronto ve a su esposo. Diez años de matrimonio, destruidos. No queda romance, ni besos, ni nada… solo personas que ni siquiera fueron invitadas a su boda. Llega un momento en el que desea: Trágame tierra!
Por supuesto que quiere culpar a su esposo, a su familia, a sus amigos y a todos los demás. Pero en lo profundo de su alma, sabe que al menos el 50% de lo que ocurrió también fue responsabilidad suya. Trata de explicar ante los jueces lo que pasó con las propiedades, el dinero, etc. Pero al final, se da cuenta de que a nadie le importa la verdad. Solo quieren sacarla del camino, especialmente cuando hay dinero o bienes de por medio. Y en el fondo, esa es la razón principal por la que uno necesita un abogado para disolver un matrimonio.
Espero sinceramente que algún día entienda que tanto ella como su esposo eran buenas personas. Lo que se rompe en una relación de pareja a través de un divorcio, no es necesariamente porque alguno fuera “malo”. Cuando una persona atraviesa un divorcio, debería tener la oportunidad de aprender a expresar su versión de los hechos, sus emociones y lo que realmente ocurrió. Muchas veces, el divorcio es el resultado de no saber cómo expresarse, o de no haber tenido nunca la oportunidad de conectar a través de un diálogo abierto y honesto.
Por eso, si estás considerando el divorcio como una opción, creo profundamente que mereces la oportunidad de desarrollar la capacidad de explicar aquello que nadie puede ayudarte a decir cuando ya hay autoridades de por medio.
¿Cuántas cosas no pudiste explicar? ¿Cuántas situaciones no dichas llenaron tu corazón de resentimiento? Los problemas emocionales deben tratarse lo antes posible, porque aunque el divorcio legal se puede resolver rápidamente —incluso en algunos países por internet—, el divorcio emocional (1) puede tomar años en superarse, impidiéndote avanzar con tu vida. En la mayoría de los casos, el problema no es que hayas elegido a la persona equivocada, sino que nunca hiciste una pausa para aprender a comunicarte con las personas que significan algo —o todo— en tu vida.
Si llevas años enfrentando problemas con tu pareja, estamos aquí para ayudarte a evitar un divorcio, o al menos a tener una conversación inteligente sobre los temas que nunca han podido hablar en todos estos años.
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(1) www.westlaw.com